• Tras una década sin cónclave, la Santa Sede activa el riguroso protocolo para elegir al 266º Papa de la historia, luego del fallecimiento del Papa Francisco. El cónclave para elegir el nuevo papa comenzará el 7 de mayo.
  • Con cambios en los rituales funerarios, precedencias y el entierro, el Vaticano refleja una nueva etapa de humildad y tradición.
  • Te contamos todos los detalles del proceso, desde la Sede Vacante hasta el esperado «Habemus Papa».

La última vez que el Vaticano eligió a un papa fue en 2013 tras la abdicación de benedicto XVI (1927-2022). Una década después, la Santa Sede deberá preparar su cónclave para escoger al 266º papa de la historia. No deja de ser una expectativa para el mundo.

Tras el fallecimiento del papa Francisco, se activó un protocolo riguroso que llegó a incluir la verificación del deceso y sus respectivos rituales funerarios. Un funeral más austero y simple, adaptado a su voluntad. Además, asistieron más de 130 delegaciones internacionales y 50 jefes de Estado. Se observó un nuevo perfil de las Precedencias establecidas, cambios en el lugar de entierro y otros detalles del protocolo funerario. Este protocolo refleja la humildad evangélica que el Papa deseaba transmitir.

Es así, como se incorporan dentro del ámbito de los arreglos para la elección del nuevo papa vinculados y vinculantes a los sucesos y sus roles especialmente para elegir al próximo Gobierno Pastoral, términos como la Sede Vacante, la figura del Camarlengo, la importancia del Anillo pescatori, la figura del Cardenal, lo que dicta el Colegio Cardenalicio, atribuciones del Cónclave, la Fumata y el anuncio de Habemus papa.

Después del entierro, se establecen nueve días de duelo. Mientras, los cardenales (menores de 80 años) que participarán en la elección deberán viajar a Roma para iniciar el cónclave del que será elegido el nuevo papa. La elección del nuevo obispo de Roma es secreta, por lo que los cardenales residirán en la Casa de Santa Martha sin contacto con el exterior hasta que se tome una decisión unánime.

Durante 13 días se procede a la votación con alrededor de cuatro diarias. Si en ese período de tiempo no hay una decisión, se hace una pausa de reflexión y se queman los votos con aditivos químicos para que la chimenea suelte humo negro, señalando que aún no hay nuevo papa. Asimismo, en tal caso se votará entre los dos cardenales con más apoyo en las anteriores reuniones. Si se alcanza veredicto, los votos se queman con paja húmeda para que salga humo blanco y se anuncia la elección.

Una vez elegido, el cardenal tiene la opción de rechazar el cargo y, en tal caso, se volvería a comenzar el proceso. Si acepta, deberá elegir el nombre por el que quiere ser conocido durante su papado.

Para entender y profundizar más sobre esta materia, en la próxima nota haremos contacto con el Embajador Jorge Román Morey, quien es un especialista en las artes del Ceremonial y Protocolo y exembajador de la República del Perú ante la Santa Sede.

Por: Lic. Víctor Mendoza Coronado. CNP 23782. Individuo de Número Sillón 20 de la AICP en Brasil.
Secretario General de la OICP en Buenos Aires y Caracas DC.

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