Nadie dijo que sería fácil. La Universidad Central de Venezuela (UCV) dio el primer paso al culminar, con éxito, el proceso electoral que da legitimidad a nuevas autoridades. Más de 10 años permanecieron las autoridades ucevitas entrampadas en una gestión que parecía infinita y que afectó a las llamadas universidades nacionales autónomas. La UCV abrió el camino para que otras universidades sigan sus pasos. La expectativa del fracaso NO FUNCIONÖ.

Continúa el intrincado camino de la recuperación y de la reconstrucción de una centenaria institución que se niega a sucumbir.

La ruta posible plantea atender la urgencia presupuestaria, la dignificación de los sueldos, la modernización y dotación de loe laboratorios muchos de ellos destruidos por la barbarie, la búsqueda de recursos para la investigación, diseñar nuevas estrategias de incorporación de los profesores en el exterior, la modernización tecnológica y la incorporación e bibliotecas virtuales, entre otro, desfigurando progresiva y criminalmente el perfil de la universidad nacional.

Es imperativo repensar la Universidad y la renovación curricular para presentar una oferta académica presencial y virtual orientada al las nuevas tendencias y mercado laboral donde tomen presencia las energías renovables y el medio ambiente a partir de las inter-, multi- y transdisciplinas para el desarrollo sostenible.

Impulsar la autogestión y valoración del patrimonio para generar recursos propios y estimular la participación.

Hacer énfasis en los derechos humanos y democracia, en la autonomía, libertad de expresión, derecho a la ciencia y la cultura, libertad de asociación y reunión, compromiso con los valores democráticos, e impulso al desarrollo y progreso científico, económico y social del país.

Otras universidades están avanzando en sus procesos electorales, entre ellas la Universidad de Carabobo, la Universidad de Oriente y la Universidad Simón Bolívar para seguir el ejemplo electoral de la UCV.

Prensa UL

Imagen: Cartilla para las nuevas autoridades UCV.