En este primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, nos dirigimos a nuestros colegas, compañeros de lucha y a toda la comunidad educativa para expresar nuestra profunda preocupación y determinación frente a la crisis laboral que aqueja a los trabajadores del magisterio y la universidad en Venezuela.


Durante más de dos años, hemos sido testigos de la falta de reconocimiento salarial y de seguridad social por parte del estado. Esta situación ha llevado a la desaparición del salario digno, poniendo en riesgo la estabilidad y el bienestar de quienes día a día se esfuerzan por brindar una educación de calidad.


Es inaceptable que las convenciones colectivas logradas sean desconocidas, y que se imponga una política de bonificaciones salariales que no cubren las necesidades básicas de los trabajadores. Esta realidad ha sumido a muchos colegas en la miseria, e incluso ha comprometido el futuro digno de aquellos que han dedicado décadas al servicio educativo.


La corrupción imperante ha profundizado aún más esta crisis, colocando al trabajador venezolano en una situación insostenible. Nos enfrentamos a un estado incapaz que nos condena a una tragedia sin precedentes, violando nuestros derechos constitucionales y laborales.


Hoy, en el Día Internacional del Trabajo, hacemos un llamado a la solidaridad y a la acción colectiva. Es momento de unirnos en defensa de nuestros derechos laborales, exigiendo el cumplimiento de las convenciones colectivas y el respeto a nuestro trabajo.


Instamos a todos los trabajadores del magisterio y la universidad a levantar su voz y hacer frente a esta situación, en la búsqueda de reconstruir nuestras garantías laborales y trabajar hacia un futuro más justo y equitativo para todos.


Además, queremos resaltar que el próximo 28 de julio tendremos la oportunidad de hacer un cambio político que reconozca nuestros derechos y restaure la democracia como herramienta fundamental para la reivindicación de la gran labor docente. Es crucial que aprovechemos esta oportunidad para alzar nuestra voz y exigir un sistema que valore y respete el trabajo educativo, garantizando condiciones laborales justas y dignas para todos.


Este momento representa una oportunidad trascendental para influir en el rumbo de nuestro país y asegurar un futuro en el que la educación sea prioridad en este esfuerzo por recuperar el reconocimiento y la valoración de nuestra labor como docentes.


¡Nuestra participación activa es fundamental para lograr este cambio! Juntos, podemos trabajar hacia un futuro en el que la educación sea reconocida y valorada como pilar fundamental de nuestra sociedad.


¡Porque nuestro trabajo merece respeto y dignidad! ¡Unidos somos imparables!

Por. Prof José Castellano
Miembro Directivo de Sinvema Anzoátegui y miembro de Apucv en la FHE

Imagen: José Castellanos. (Cortesía de https://ucv-not-i-cia-s.blog/2024)