«Decimos que la Universidad está en crisis, pero sólo hacemos mención del reducido presupuesto, decimos que vamos mal, pero no decimos por qué, decimos que es el Gobierno, pero no nos acercamos a él, o lo hacemos con mucho cuidado, o mejor damos la vueltica y no tocamos mucho el asunto, es decir, seguimos sin tocar el problema de fondo  de esa sensación de crisis de la Universidades…”. Así percibe la Dra. Bethania  Godoy la situación actual de la universidad venezolana  en  la clase magistral que dio apertura  a la celebración de los 44 años de creación del núcleo de Nueva Esparta.

 Bethania Godoy, Coordinadora Administrativa de UDONE,  nació en Puerto Cabello, en  1984, se muda a la isla de Margarita a estudiar  Turismo, logra su maestría  en el año 2001 y recientemente  el  doctorado en la Universidad de Chiapas, México. Se ha desempeñado en Fundaudo, Citur, Coordinadora del Despacho Decanal y de Servicios Generales en UDO,  en  comisión de servicios en el Hotel Escuela de Mérida,  Venezuela y  en  las comunidades de Manzanillo y Punta de Mangle, en el Proyecto Redes de Innovación Productiva adscrito al Programa Municipio Innovador.a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
.
Godoy “tejió y destejió», de manera sumaria, hechos que marcaron el orígen  de la institución universitaria  desde los filósofos griegos,  Bolonia en Italia (1180), Oxford en Inglaterra (1190), París en Francia y Salamanca en España ambas en 1215. Posteriormente se refirió a las universidades españolas y latinoamericanas destacando que la primera universidad de América Latina fue la de Santo Domingo en 1538 y la última del periodo colonial fue Nicaragua en 1822. Así llega a la historia universitaria de Venezuela  mencionando al Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima de Santiago de León, el cual 25 años después se convierte en la Real Pontificia Universidad Santiago de León de Caracas, hoy Universidad Central de Venezuela. Luego de esbozar  los periodos de la universidad venezolana, llega a la Universidad de Oriente y a la creación del Núcleo de Nueva Esparta.
El reto de las Universidades: Así nos perciben
Tratando de entender las complejidades, aciertos y desaciertos de la universidad, institución considerada como la más antigua de la historia,  la docente universitaria, hizo referencia a  Álvaro Recio de Colombia para quien las instituciones educativas deben ser pedagógicas investigativas, con una honda formación humana y social de modo que se conviertan en agente de cambio de sí misma, de sus alumnos y de la comunidad circundante. “Si él, como muchos otros, hacen estas observaciones, es que ven que no estamos dando respuesta como institución educativa…. los señalamientos duros son los que tenemos que leer para ver si nos motivamos a revisarnos”, acotó.
¿Quién le pone el cascabel al gato?
Para  Godoy es necesario que las universidades se examinen. “Seguimos sin tocar el problema de fondo, es posible que ello sea porque meternos en el fondo del asunto, va a implicar tocar el  «status quo»  en el que todos estamos atrapados, revisar el papel y rol de los representantes estudiantiles, su razón de ser; considerar el desempeño de las autoridades universitarias; analizar la justificación de la cantidad y calidad de los obreros y administrativos y de sus respectivos gremios y, fundamentalmente, revisar   las formas y los fondos de quienes imparten clases” .
A su juicio,  se deben escuchar las verdades que diga la sociedad que observa el desempeño de las instituciones de educación superior, “esa sociedad que cada día se enfrenta a nuevos sistemas  socioeconómicos  y políticos y los asume, que se enfrenta a nuevas formas de construcción de su vida cultural, de inserción en el devenir de su vida cotidiana, pero que nosotros, como universidad pareciera que no estamos percibiendo en su totalidad, tal vez estamos distraídos en el balcón, así como lo estuvo la universidad colonial, sin ver que por debajo de ese balcón, va pasando un torrente de cambios que más tarde nos pedirá cuentas” Hizo un llamado a la audiencia a no quedarse en el balcón e insertarse en los cambios que está exigiendo la sociedad venezolana, usando como instrumentos, el diálogo, el saber, la discrepancia razonada, la aceptación, el respeto a la diversidad de pensamiento, la acción efectiva y eficaz con respuestas concretas, pero de envergadura para que marque la historia y el paso científico, creativo y cultural de la universidad, bajo un modelo sustentable desde lo local, estadal, regional, nacional e internacional, a fin de tener presencia y vigencia en los años que han de venir”.
Con optimismo y esperanza dijo estar segura que la universidad puede insertarse y no quedarse mirando a lo lejos, esperando a ver qué pasa, por ello pidió con fe que la universidades sean instrumento de paz, amor y cordialidad  en el mundo, instrumento de fe y búsqueda del saber;  esperanza y movilidad social.  “Que donde haya sombra sean el faro que alumbre los mares y la lámpara que aclare el camino y donde haya tristeza que nuestra universidades sean el fuerte o suave zapateo de nuestro joropo, el sonar del cuatro venezolano y el “tumbao” del tambor y el Calipso, porque ello es parte de nuestra realidad social”.