La creencia de que los niños aprenden mejor los idiomas está respaldada en la idea de que se encuentran en una fase de aprendizaje en la que adquieren fácilmente los conocimientos que se les dan. En efecto, la habilidad cognitiva que tiene un niño le permite aprender rápidamente, sin embargo, la investigación de la Universidad de Haifa señala que para un adulto sería más fácil aprender un idioma.
Después, se les dio una lista de verbos para que los pronunciaran de acuerdo a otra lista de palabras. Los jóvenes de 12 años y los adultos acertaron el 90%, mientras que los niños de 8 años respondieron casi al azar. Según este experimento se concluyó que, como adultos tenemos más facilidad para comprender las reglas implícitas en un lenguaje extraño.
La respuesta de por qué nos cuesta tanto aprender el idioma, puede ser únicamente un factor social. Al parecer, hay una tendencia más favorable a la corrección de errores en niños, ya que los adultos suelen no ser tan abiertos a la crítica y no recibe tanta retroalimentación de sus equivocaciones.
Según este estudio de la Universidad de Haifa, la edad sería un pretexto para no aprender un nuevo idioma. Hacer algún curso de idiomas y taomr conciencia de su importancia todavía nos deja tiempo para aprender.